La compañía alicantina Bolsalea está especializada en embalaje ético y sostenible. Desde 2009 son especialistas en la fabricación y personalización de estos productos ‘made in Spain’. Lejos del ‘ecopostureo’ y las modas, se creó incluyendo la sostenibilidad en sus cimientos. Ahora dan un paso más consiguiendo el certificado B Corp al respecto. Es una de las pocas compañías que cuentan con él en la provincia. Atestigua altos estándares de desempeño social y ambiental, así como transparencia pública y responsabilidad legal. Parece ser el camino adecuado, pues en 2022 superaron la ‘barrera psicológica’ del millón de euros en facturación y siguen creciendo. Así lo explica Marina Moya, fundadora y CEO de Bolsalea.
Crecer y evolucionar en línea de los principios éticos
— Desde vuestros inicios, ha cambiado mucho la concienciación social. ¿Ha costado recorrer ese trayecto de quince años?
— Sí, definitivamente ha sido un trayecto interesante y desafiante. En 2009, cuando comenzamos, la concienciación social era diferente. En aquel entonces, la mayoría de la gente no valoraba tanto la procedencia de los productos ni se preocupaba por la sostenibilidad. Vivíamos en una época en la que la deslocalización en Asia era dominante. La idea de producir localmente en España no era bien comprendida. La prioridad era el precio y la sociedad no estaba sensibilizada sobre los impactos sociales y ambientales de las decisiones de compra.
Enfrentamos ciertas resistencias. La gente no entendía por qué elegíamos producir en España en lugar de optar por opciones más baratas en países como China. Sin embargo, siempre hemos mantenido firmes nuestros valores y principios éticos. Apostamos desde el principio por materiales reciclados o naturales. Y eso que, en aquel momento, la sociedad no daba mucha importancia a esos aspectos. La narrativa estaba centrada principalmente en el costo. No se prestaba atención al proceso de fabricación ni a los materiales utilizados.
Afortunadamente, en estos quince años, hemos sido testigos de un cambio significativo en la conciencia social. La sociedad ahora valora más el «cómo» y el «dónde» se producen los productos. La gente ha comenzado a comprender la importancia de apoyar a empresas locales y elegir opciones más sostenibles. Este cambio de mentalidad nos ha permitido mantenernos en el mercado. Pero también crecer y evolucionar en línea con nuestros principios éticos. La certificación como empresa B Corp es un reflejo de nuestro compromiso continuo con altos estándares de desempeño social y ambiental, así como con la transparencia y la responsabilidad.
Un propósito: eliminar el plástico de un solo uso
— ¿Qué impulsó y motivó este proyecto?
— Nuestro proyecto nació impulsado por una fuerte convicción y propósito: la eliminación del plástico de un solo uso. Desde el principio, queríamos fomentar un cambio hacia bolsas que promovieran una mayor reutilización y estuvieran fabricadas con materiales más amigables con el medio ambiente. El propósito sostenible de Bolsalea estaba arraigado desde los primeros días de la compañía.
Observamos la creciente preocupación por los problemas medioambientales, especialmente en torno al uso excesivo de plásticos y su impacto negativo. Quisimos ser parte de la solución. Nos propusimos ofrecer alternativas sostenibles y éticas en el ámbito de las bolsas. Es por eso que animábamos a las empresas a adoptar enfoques más conscientes y responsables en sus elecciones de consumo.
La idea de eliminar el plástico de un solo uso y promover la reutilización no solo respondía a una demanda del mercado, sino que también estaba impulsada por nuestro compromiso con valores éticos y la responsabilidad ambiental. Creíamos, desde el inicio, en la importancia de liderar un cambio positivo en la industria. Había que demostrar que es posible combinar la rentabilidad comercial con prácticas respetuosas con el medioambiente. En resumen, nuestro proyecto fue motivado por el deseo de ser agentes de cambio para contribuir en la construcción de un futuro más sostenible y responsable.
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Un equipo sólido y comprometido
— ¿Cómo se pusieron las bases del negocio y cómo ha sido el crecimiento hasta llegar a facturar un millón de euros en 2022?
— Las bases del negocio se establecieron con una visión clara desde el principio: ofrecer alternativas sostenibles y éticas en el ámbito del embalaje. El objetivo era eliminar el plástico de un solo uso y fomentar la reutilización. En estos años, hemos seguido una filosofía de trabajo constante y de reinversión de lo obtenido en la empresa. Cada logro y beneficio ha sido reinvertido para fortalecer y expandir nuestras operaciones.
Uno de los factores clave en nuestro crecimiento ha sido la construcción de un equipo sólido y comprometido. Consideramos que nuestro equipo es el pilar fundamental de nuestro éxito. Contamos con profesionales apasionados que creen en el proyecto y en la forma en que hacemos las cosas. La confianza mutua y el compromiso del equipo han sido esenciales para superar desafíos y alcanzar metas ambiciosas.
B Corp: sostenibilidad y ética empresarial
— Acabáis de conseguir el certificado B Corp y para ello hay que cumplir altos estándares de desempeño social y ambiental, así como transparencia pública y responsabilidad legal. ¿Eso complica la rentabilidad del negocio?
— En nuestra experiencia, en Bolsalea hemos observado un cambio en la percepción de la sociedad. Si bien el precio sigue siendo un factor importante, cada vez más personas valoran otros aspectos, como la sostenibilidad, la ética empresarial y el impacto social y ambiental. La certificación B Corp no solo es un reconocimiento de nuestro compromiso con estos valores, sino que también responde a una demanda creciente de consumidores conscientes.
Creemos que la sociedad está más dispuesta a apoyar a empresas que comparten sus valores y que buscan generar un impacto positivo. En este sentido el ser una empresa que cumple estos altos estándares puede contribuir a fortalecer la lealtad de los clientes y atraer a aquellos consumidores que consideran no solo el precio, sino también el propósito y la responsabilidad empresarial en sus decisiones de compra.
Un trabajo inclusivo
— ¿Qué diferencia vuestros productos de otras marcas comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad social?
— Lo que distingue a nuestros productos en Bolsalea es que hemos unido la sostenibilidad y la responsabilidad social en nuestro modelo de negocio. Una parte de nuestras bolsas de papel se fabrican a mano por personas con discapacidad intelectual. Las bolsas de tela son confeccionadas por mujeres en riesgo de exclusión social. Este enfoque va más allá de simplemente ofrecer productos sostenibles: genera un trabajo inclusivo.
Además, al optar por métodos artesanales en la fabricación de nuestras bolsas, no sólo ofrecemos productos únicos y personalizados, sino que también contribuimos a la reducción de emisiones de CO2 en comparación con producciones automatizadas. Este enfoque artesanal forma parte de nuestra contribución a la descarbonización de las empresas y refleja nuestro compromiso continuo con prácticas sostenibles en todas las etapas de nuestra operación.
De hecho, una empresa externa realizó el análisis de ciclo de vida de nuestras bolsas de algodón orgánico y llegó a la conclusión de que ahorramos un 94,70% de agua y reducimos un 52,30% de emisiones de CO2 respecto a las bolsas de algodón tradicionales. Además, la circularidad también es algo que nos diferencia ya que implementamos prácticas innovadoras al aprovechar los desechos publicitarios de las empresas para crear proyectos de embalaje a partir de sus propios residuos.
En resumen, la combinación de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social, junto con métodos de producción artesanales, nos distingue y refuerza nuestro compromiso con la creación de un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.
Objetivo: seguir ampliando el impacto positivo
— ¿Cuáles son los planes de futuro de la compañía?
— Nuestros planes de futuro en Bolsalea se centran en continuar creciendo con el objetivo de generar un impacto positivo cada vez mayor en la sociedad y en el medio ambiente. Tenemos una visión clara de seguir liderando en el ámbito del embalaje sostenible, promoviendo prácticas empresariales éticas y fomentando la adopción de opciones que impulsen la reutilización y la circularidad.
En términos de impacto social, buscamos expandir nuestro compromiso con el empleo inclusivo, manteniendo y fortaleciendo nuestras colaboraciones. Además, nuestra meta es seguir animando a otras empresas a adoptar prácticas sostenibles en sus operaciones y a optar por opciones de embalaje que fomenten la reutilización y la circularidad.
Colaboraremos con más empresas para aprovechar sus residuos y convertirlos en soluciones de embalaje innovadoras. Nos proponemos seguir ampliando nuestro impacto positivo en la sociedad, generando empleo inclusivo y liderando el camino hacia un modelo de negocio más circular y responsable.