El primer ecobarrio de España, co-diseñado desde el inicio por sus futuros habitantes, será una realidad en pocos años. Una comunidad activa está trabajando para cambiar el modelo tradicional de ciudad que deriva en desigualdad, polución, congestión y uso ineficiente de recursos. El conocido como barrio La Pinada ubicado en Paterna (Valencia), -elegido por Europa como pionero en la lucha contra el cambio climático-, verá la luz en 2021. Esta es la fecha en la que estará en marcha la primera fase de un distrito saludable, dinámico y cohesionado socialmente, integrado en plena naturaleza, donde los niños jugarán en entornos al aire libre y peatonalizados y se recuperará y mejorará la fauna y flora del lugar, con un uso eficiente de la energía y de los recursos naturales, apostando por la economía circular. Un modelo ‘humanizado’ y delineado por ciudadanos que están cansados de vivir en entornos agresivos.
Zubi Labs, que crea empresas que buscan un impacto positivo en nuestro entorno más cercano, celebró ayer en la Ciudad Politécnica de la Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia una jornada que bajo el título Re-Thinking Cities ha reunido a expertos para analizar los retos del mundo urbano y estudiar casos de éxito presentes y futuros sobre entornos que pueden mejorar la calidad de vida y las oportunidades de las personas. Uno de ellos y que está en el punto de mira internacional es La Pinada, del emprendedor Iker Marcaide. Fundador de Zubi Labs, destaca que “el objetivo del barrio es incorporar las mejores prácticas en materia de sostenibilidad a un proyecto local”. Para Marcaide, “la co-creación como método de desarrollo del proyecto permite incorporar conceptos de inclusividad y sostenibilidad social y financiera”.
Uno de los conferenciantes fue Bruno Sauer, arquitecto y responsable de la estrategia de sostenibilidad y diseño urbano de La Pinada. Según explica, en estos momentos se está en el proceso del trámite urbanístico con el ayuntamiento, un trámite que “no depende de nosotros” pero, mientras, se está avanzando en el diseño del proyecto que se ubicará en un espacio de 25 hectáreas, donde la mitad está arbolado. El objetivo es tener en 2021 la primera fase en marcha.
El plan contempla que se instalen más de un millar de familias y 1.500 personas ya se han registrado y manifestado su interés en vivir allí. “Cada mes, mes y medio le ofrecemos la oportunidad de vernos, de mantener un encuentro, donde les explicamos los objetivos, las ambiciones y escuchamos sus ideas. En la medida en que la gente se quiere involucrar más hay otro tipo de talleres donde se sientan con nosotros en la mesa para trabajar en el diseño”, cuenta. De esta manera deciden cómo quieren que sea su entorno. Desde las diferentes fórmulas de movilidad y alternativas al transporte privado, hasta la gestión de los residuos y recursos energéticos e hídricos.
Pionero en el uso de datos
Familias con niños, mayores, emprendedores, comunidad internacional…la heterogeneidad y complejidad del entramado social se trasladará a este distrito porque “no puedes crear ghettos ni por edad ni sexo”. ¿Y qué buscan sus potenciales habitantes? “Son ciudadanos que están cansados de salir a la calle y tener un espacio agresivo, buscan un modelo distinto en el que la vivienda y el espacio exterior sean humanos, agradables, de confort, donde tienes privacidad pero también algo de comunidad, donde poder compartir un espacio verde, fresquito en verano, saludable para que los niños jueguen y agradable para pasear”. De ahí que lo defina como “un barrio muy humano, en el que la persona es el elemento central, y donde queremos reducir impactos ambientales”.
Para Sauer, se trata de un nuevo paradigma de diseño urbano que se convertirá en una referencia local e internacional dado que, por ejemplo, se prevé que permitirá una reducción del 50% de la movilidad o un uso óptimo de recursos hídricos. Además, “será pionero en el uso de datos para fomentar la sostenibilidad”, afirma el arquitecto, quien añade que dado que continuamente hay que renovar los objetivos de sostenibilidad, el proceso será un elemento fundamental donde la experiencia de La Pinada puede ser valiosa.
Ahora bien, más allá de la construcción de un distrito, “tenemos que saber cómo gestionar todo ese conjunto de personas que convivirán ahí y cuando en un futuro la sociedad cambie, las familias crezcan, ver cómo ante ese cambio de la situación social de una persona puede adaptarse dentro del barrio, manteniendo el confort. Esto es el aspecto que muy pocos han trabajado porque es muy difícil prever todos los escenarios diferentes en los próximos 20, 30, 40 y 50 años. Si queremos dar un paso adelante en urbanismo, territorio y sostenibilidad no podemos quedarnos solo con los indicadores de tecnología actual de energía, agua… tenemos que ir más allá”.
![Los expertos reunidos en la jornada Re-Thinking Cities sobre desarrollo urbano sostenible.](https://xn--rediseo-9za.iambiente.es/wp-content/uploads/2018/06/la-pinada-4-1024x768.jpg)
Un 66% de la población, en ciudades
Durante la jornada, Tim Taylor, director del programa Smart Sustainable Districts de Climate Kic, ha recordado que en el año 2050 el 66% de la población mundial vivirá en ciudades y que, por lo tanto, la configuración y desarrollo de las mismas es estratégico para el futuro ya que actualmente entre el 60-80% de las emisiones son atribuibles a las ciudades.
Stellan Fryxell, profesor del Blekinge Institute of Technology y que ha trabajado en el distrito de Hammarby de Estocolmo, ha afirmado que estamos sometiendo al planeta a una enorme presión. El 40% de la energía que se usa en la UE la consumen edificios, por delante del 36% de energía en el transporte.
En la clausura, Juan Ángel Poyatos León, director general del Sector Público, Modelo Económico y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, ha explicado que están promoviendo que las ciudades valencianas se presenten a proyectos europeos de sostenibilidad y hasta ahora 20 municipios han conseguido recursos para llevar a cabo iniciativas de desarrollo urbano sostenible e integrado. La Generalitat trabaja para que los 100 municipios de la Comunidad Valenciana que han solicitado estos fondos puedan acceder.