Isaac Torregrosa es un ejemplo de que pequeñas acciones pueden ayudar. Un ejemplo de que los ciudadanos deben ponerse en primera fila para combatir el cambio climático. Su implicación es fundamental para no dejar una deuda ecológica a las futuras generaciones. Ciclista urbano, apostando por la movilidad sostenible, e impulsor de la empresa Quetzal Ingeniería -especializada en el diseño de instalaciones de autoconsumo basadas en la energía solar-, Isaac forma parte de la sociedad que está comprometida con nuestro entorno. Su filosofía de vida nos permite seguir adelante con #veranoenverde, una serie de historias, consejos e ideas que hemos puesto en marcha sobre cómo cuidar el medio ambiente de la mano de ciudadanos, entidades y asociaciones.
En 2009, este joven ingeniero fundó Quetzal en Alicante para ofrecer un nuevo modelo energético más respetuoso con el mundo. Una consultoría que ha ido ganando terreno por todo el país. Ofrece servicios a industrias y particulares: proyectos de ingeniería, tejado fotovoltaico y placas solares fotovoltaicas. Un año después, apostó definitivamente por la movilidad sostenible y se compró una bicicleta para moverse por la ciudad. Cada día se desplaza al trabajo y a las reuniones con sus clientes en bici o a pie, si son distancias cortas.
“Siempre me ha gustado ir a los sitios andando y hubo un momento en que decidí comprarme una bicicleta. Conforme iba a más sitios me costaba más coger el coche. Al final reduces gastos, evitas atascos, estrés, sabes cuándo vas a llegar a tu destino porque no tienes que buscar aparcamiento y, por supuesto, no estás emitiendo gases contaminantes”, cuenta. Ha llegado a hacer hasta 15 kilómetros al día.
Ciclistas urbanos
El ciclismo urbano está aumentando, pero faltan infraestructuras. Se está mejorando pero “lentamente”. A su juicio, su ciudad es «ideal» y bastante segura para desplazarse. Aun así, todavía hay zonas que impiden fomentar esta movilidad. El problema en España, según apunta, es que “hay una cultura sobre el coche como que da un cierto estatus y cualquier chaval a los 18 años está deseando tener su vehículo. Mucha gente tiene la conciencia de que lo mejor es coger el coche para ir a todos los sitios. Para mí, lo importante no es en sí el uso de la bicicleta, sino que se trata de un transporte sostenible en el que las personas son las protagonistas”.
Ahora mismo, está inmerso en diferentes proyectos y uno que tiene en cartera es el diseño de instalaciones eficientes en una vivienda de nueva construcción, cuyo propietario quiere que sea autosuficiente y que funcione todo con energía solar. Y es que cada vez más particulares y empresas se están concienciando y apostando por medidas contra el calentamiento global del planeta. Unos beneficios que también son económicos: “La inversión de una instalación se puede amortizar en siete años. Si tienes en cuenta el coste y el mantenimiento, su vida útil es de 25 años pero puede llegar a durar 40 años, al final sale más barato”.
Comprometido con un #VeranoEnVerde, Isaac anima a los ciudadanos que estén de vacaciones a disfrutar de su entorno porque “siempre te ofrece muchas posibilidades”, a evitar la utilización de plásticos en la playa o en la sierra y, por supuesto, «emitir menos gases contaminantes para que todos podamos disfrutar”. Unos consejos que deben practicarse todo el año.