El ingeniero técnico forestal Hugo Riquelme y el arquitecto Jordi Serramía son los fundadores de Singular Green, una empresa que persigue la eficiencia energética aplicada a la climatización de los hogares y otros edificios, al tiempo que se actúa de forma respetuosa con el medioambiente. Ambos son alicantinos y su sede se ubica en el número 34 de la calle Francisco Carratalá Cernuda. Sin embargo, sus proyectos los desarrollan a lo largo y ancho del país e incluso fuera de nuestras fronteras. Trabajan todo lo que sea verde, pero, lo que está acaparando en mayor medida su actividad es la instalación de cubiertas vegetales en los tejados de casas unifamiliares y edificios.
“Cubrir una edificación con vegetación ayuda al aislamiento térmico pero, con un sistema de riego adecuado, se puede conseguir además un enfriamiento activo que sustituiría al aire acondicionado tradicional” afirman Hugo y Jordi. La experiencia en la instalación de estas cubiertas vegetales les llevó un paso más allá y comprobaron que, regando la vegetación en los momentos en los que se incrementa la temperatura, se producía una evaporación que conseguía enfriar las capas inferiores y en consecuencia la temperatura ambiente de las estancias que cubrían.
Aprovechar la evaporación al regar
“Se trata de hacer todo lo contrario a lo que se venía haciendo hasta ahora”, asegura Serramía. Y es que en las cubiertas habituales se implanta la vegetación que consuma la mínima cantidad de agua posible y además, en caso de riego, este se realiza en los momentos en los que se pone el sol. Sin embargo, en las cubiertas activas se necesita evaporación y por tanto el riego se realiza en las horas de sol, así que además se requiere una vegetación que no se proteja de la sequía cerrando sus estomas.
Pero lo más significativo de todo es el coste de mantenimiento. “Solo se utiliza el agua necesaria y además se riega mediante goteros con caudales bajos que permiten el aprovechamiento del 100% del agua empleada”, explican. Un beneficio al que se suma el precio del agua, en comparación al precio de la energía que se consume con el sistema cotidiano de refrigeración.
¿Gastar más agua?
“Es mucho más barato y más ecológico gastar agua que gastar energía porque, la huella de carbono que requiere el sistema habitual, es mucho más dañina que la de las cubiertas vegetales activas”, añaden. Incluso se podría ahorrar todavía más agua con los sistemas de aljibe, para el aprovechamiento del agua de lluvia.
“Tenemos hasta siete sistemas de cubierta distintos y nos adaptamos a casi cualquier superficie” afirma Riquelme. “Además, no produce ningún tipo de humedad e incluso la protección que ejerce la cubierta sobre el techo, repercute en una mayor durabilidad del mismo, en concreto el doble que la de los tejados tradicionales”, añade. “Por no hablar de los beneficios indirectos”, apostilla Serramía. Y es que esta aplicación contribuye a la reducción del ‘efecto isla de calor’, habilita nuevos espacios urbanos, mejora la gestión del agua de lluvia y contribuye a la atenuación del ruido ambiental y a la regeneración del aire, entre otros aspectos analizados por distintos estudios.
Jardines verticales
Pero además, ese sistema se puede aplicar también en algunos espacios cerrados sin tejado, como oficinas interiores, mediante una pared con jardín vertical. Algo que ponen en práctica en su propia oficina. Porque, según cuentan, “tratamos de integrar la naturaleza y la arquitectura a través de todos los medios que tenemos” y lo llevan a la practica a diario. “Por eso hacemos proyectos muy dispares que van desde una casa de árbol hasta una cubierta vegetal, un jardín vertical o una piscina natural que funciona sin ningún tipo de productos químicos” concluyen.
Y es que estos dos jóvenes alicantinos son incansables en su búsqueda de la transformación de lo tradicional, si es que está repercutiendo negativamente en el medio ambiente y en la salud. Conciencia social y empresarial que sigue ganando adeptos. De momento, ellos ya han perdido la cuenta sobre el número de cubiertas instaladas. Un sistema de refrigeración ecológico y natural que cada vez encontramos en más hogares y edificios públicos y que quizá pueda llegar a reemplazar algún día al tradicional split de aire acondicionado.