Reducir la huella ambiental de la carne de bovino que llega al consumidor. Este es el objetivo del proyecto Bovigreen, que busca identificar modelos de gestión, tanto en granjas y mataderos como en el proceso de distribución, que permitan reducirla de las explotaciones de bovino de carne, teniendo en cuenta diferentes impactos ambientales como los niveles de CO2 que se emiten durante todo el ciclo de vida de la producción.
Este proyecto español se enmarca en el Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 —cofinanciado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y por el Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEADER)—. Nace para complementar el trabajo de los programas piloto puestos en marcha por la Comisión Europea en los últimos años con su metodología horizontal PEF (Huella ambiental de producto). Actualmente, hay ocho pilotajes correspondientes al sector alimentario: cerveza, productos lácteos, piensos animales, pasta, agua embotellada, alimentos para mascotas, aceite de oliva y vino.
Los socios del proyecto han formado un grupo operativo que está liderado por Asoprovac (Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne) y participan la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), la Fundación Empresa y Clima (FEC), Novadays, consultoría e investigación; el Centro Tecnológico Neiker-Tecnalia; la Sociedad Pública de gestión ambiental del Gobierno Vasco (IHOBE) y la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE).
El proyecto parte de la idea de que existen estrategias de granja que no solo mejoran la productividad del sector sino que, además, pueden reducir los impactos ambientales. Se trata de detectar esas estrategias, optimizarlas y generalizarlas en su uso. Además, se introducirán metodologías de economía circular, de optimización de procesos productivos, estudio de consumos energéticos, alimentación y ciclo integral del proceso de producción desde el sector ganadero.
Mejora de la sostenibilidad
Los resultados que se pretenden alcanzar son dos: la definición de un set de indicadores económico-sociales y su aplicación en una muestra de explotaciones para identificar las principales medidas que supongan una mejora de la sostenibilidad y, además, mejorar también la comunicación de cara a la sociedad mostrando el valor que juega este sector en la protección del medio ambiente.
Según explican, “uno de los primeros hitos del proyecto deberá ser desarrollar indicadores de huella ambiental válidos para las granjas de vacuno de carne. Este tema es relativamente complejo ya que no todos se pueden aplicar o no son fáciles de medir. No obstante, el objetivo de estos indicadores es que sean objetivos, mensurables y repetibles de manera que se pueda determinar la situación de partida de las granjas y medir la evolución de dichos indicadores en las mismas”.
Respecto a estimaciones sobre volumen de emisiones que pueden llegar a producirse, las citadas fuentes apuntan que todavía es pronto para dar datos de huella de carbono, al menos de granjas de vacuno en España: “Desde nuestro punto de vista y en base a nuestra experiencia en el proyecto Life Beef Carbon, en el que estimamos emisiones de CO2 en granja, existe también bastante dispersión entre sistemas de producción y regiones. Además, estas emisiones las determinamos en base a los factores de emisión oficiales del Ministerio cuyos datos están siendo revisados actualmente”.