Rafa Sanchis se va a tomar unos meses de descanso antes de emprender un nuevo reto. El pasado 15 de diciembre regresó a su ciudad, Valencia, de donde partió cinco meses antes en bicicleta. Con un carrito para transportar residuos y cargado de ilusión, ponía en marcha Miss Pachamama, un proyecto con el que iba a dar la vuelta a España reciclando basura y concienciando. En estos cinco meses ha recogido 711 kilos de residuos y ha recorrido 4.546 kilómetros.
“Estoy muy contento. El proyecto Miss Pachamama ha tenido una acogida muy buena y creo que ha concienciado y tocado un poco la fibra”, afirma. Rafa ha ido documentando y publicando en redes sociales todo su periplo consiguiendo que seis mil personas siguieran su aventura a través de Facebook e Instagram, y despertando también el interés de colegios que se ponían en contacto para que impartiese charlas a alumnos.
“Hay gente que me ha escrito para decirme que ha implementado ciertos cambios en sus vidas o que he sido una inspiración para sus hijos. Cuando salí, el proyecto estaba enfocado en adultos, pero de una forma natural se ha hecho un hueco entre los más pequeños”, comenta.
Esta vuelta a España con Miss Pachamama le ha permitido conocer la realidad de la ‘basuraleza’. Asegura que antes de iniciar el proyecto no se imaginaba que el problema fuera de tal magnitud. Ninguna de la zonas recorridas escapa del plástico. Todas suspenden y tienen los mismos problemas. Botellas de agua de un solo uso y latas de refresco y cervezas están a la cabeza en el listado de residuos.
“Tenemos ganas de cambio”
En su bicicleta y provisto de unas alforjas donde guardaba ropa, la tienda de campaña, el saco de dormir y una cámara ha ido descubriendo la riqueza paisajística de España, pero también la situación en que se encuentra. “Ver todo el camino que queda por recorrer medioambientalmente abruma un poco”, reconoce. Aun así, se muestra optimista: “Creo que estamos en la fase en que tenemos ganas de cambio, la gente empieza a ser consciente del problema y se están dando los primeros pequeños pasos”.
Comprometido en este largo camino que queda por hacer, los próximos meses los va a dedicar a descansar y a “poner a punto” nuevos retos. Dice que en esta aventura de Miss Pachamama ha pasado por algunos momentos duros, pero en ningún momento flaqueó, y agradece la hospitalidad que ha recibido de ciudadanos que le ofrecían un techo cuando lo necesitaba (solía acampar para dormir en playas, bosques o cerca de ríos).
El balance no puede ser más positivo. Implicado al cien por ciento en la lucha contra la contaminación del planeta, este joven valenciano tiene la intención de seguir adelante con su proyecto de concienciación. “Me encanta esto y quiero llegar a más gente; esta campaña ha sido todo autofinanciada y para el siguiente reto se complica un poco, pero conseguiré la forma de hacerlo. Mi padre me ha dicho que tengo que seguir; cuento con el apoyo de la familia que es lo más importante”, asegura.