Aunque literalmente significa “animales grandes”, la definición universal del término megafauna sigue sin existir en el ámbito científico. Un equipo internacional de investigadores, en el que participa el Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), ha propuesto un consenso sobre cómo debería emplearse dicho concepto.
El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, donde se le ha dedicado la portada de marzo de este 2020. Los autores sugieren que el tamaño por sí solo es insuficiente para describir adecuadamente la megafauna. Por lo que proponen varias definiciones que también tienen en cuenta la función y las características ecológicas de las especies. Sus conclusiones pueden ayudar a fomentar la cooperación entre científicos y contribuir a la conservación de la megafauna del planeta.
En el estudio han participado los investigadores de la UMH José Antonio Sánchez Zapata y Zebensui Morales Reyes. Siendo liderado por la Universidad de Granada. Este trabajo es fruto del esfuerzo conjunto de especialistas que estudian la megafauna desde ámbitos muy diferentes en universidades y centros de investigación de todos los continentes. Los autores “esperan” que las nuevas definiciones propuestas estimulen futuros estudios empíricos que las pongan a prueba y determinen hasta qué punto una definición universal es posible.
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Un término impreciso entre científicos
Megafauna es un concepto que, según los investigadores, siempre ha fascinado a los humanos. Desde que estos grandes animales, que servían de alimento o competían contra el hombre, eran representados en las cavernas. Como indica el estudio, si bien la literatura científica ha establecido que la megafauna cumple funciones clave e insustituibles en los ecosistemas, el término sigue siendo impreciso dentro de la comunidad científica.
Los investigadores también indican que, a pesar de lo intuitivo que puede parecer el término a primera vista, las definiciones científicas varían enormemente en función de qué tipos de animales incluyen o excluyen. Algunos conceptos de megafauna atienden al peso, otros al tamaño, incluso a la función ecológica. Esto da como resultado una disparidad considerable. Según el trabajo en el que participa la UMH, esta circunstancia viene agravada por el hecho de que la mayoría de los autores científicos ni siquiera definen el término antes de usarlo.
Cangrejo, babosa de mar, lombriz…
Además, el área de conocimiento de quienes utilizan el término puede tener una gran influencia. Para la biología marina, megafauna puede referirse a un cangrejo o una babosa de mar. Para un especialista en suelos podría referirse a una lombriz. En paleontología, hace referencia a los vertebrados de un peso superior o aproximadamente igual al de un humano. Y para algunos ecólogos terrestres, solo los herbívoros de más de una tonelada deberían catalogarse como megafauna. Según los expertos, esto indica que el término ha ido evolucionando dentro de cada disciplina sin apenas entendimiento entre las múltiples áreas relacionadas con la clasificación animal.
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Para llevar a cabo este estudio, los investigadores han realizado una búsqueda bibliográfica intensiva. Esta la han complementado con encuestas a especialistas en especies de megafauna terrestres, marinas y de agua dulce, tanto actuales como extintas.
Tal y como explican los investigadores, en el lenguaje científico, las cuestiones semánticas son trascendentales. Los conceptos tienen importantes consecuencias a la hora de dirigir los fondos de financiación de la investigación. Eso y que además facilitan el entendimiento entre la comunidad científica y la colaboración entre especialistas en distintas disciplinas. Tanto como los esfuerzos de conservación de la biodiversidad y de replantear la docencia que se practica en colegios y universidades.