Con la crisis sanitaria y económica creada por la covid-19 aparece otro efecto secundario: el abandono de la protección medioambiental. Este es el aviso que lanzan Naciones Unidas a través de su relator especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medioambiente. Según David Boyd, diferentes Gobiernos están planteando un cambio en sus políticas que causarían “un deterioro acelerado”.
El técnico de Naciones Unidas es particularmente duro al juzgar esta situación. “A la luz de la crisis ambiental mundial que precede a la covid-19, estas acciones son irracionales, irresponsables y ponen en peligro los derechos de las personas vulnerables”.
Con estas declaraciones se dirige en particular a los Estados que han anunciado que rebajarán los estándares con que controlan el medioambiente y el personal que trabaja en esa área. “Es probable que estas decisiones políticas den lugar a un deterioro acelerado del medioambiente”, alertó. Tanto que teme que “repercutan negativamente en una amplia gama de derechos humanos, como el derecho a la vida, la salud, el agua, la cultura y la alimentación, así como el derecho a vivir en un entorno saludable”.
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El peligro que avanza Boyd estaría basado en las experiencias previas que se tiene de otras enfermedades. Según recuerda estos problemas sanitarios surgen de la zoonosis, un término que significa la transmisión de enfermedades de animales a humanos. ¿Precedentes? Ébola, Sars, Mers y ahora la covid-19.
Evitar estos problemas tiene una solución, según indica Boyd. “Un medioambiente sano es una forma eficaz de prevenir pandemias y proteger los derechos humanos”.
El récord de emisiones
El aviso de Naciones Unidas tiene especial énfasis cuando se están sucediendo las noticias y la distribución de imágenes sobre la reducción de la contaminación. La Organización Meteorológica Mundial ha desvelado que a causa de esta crisis se espera una caída entre el 5,5 y el 5,7 % de los niveles de emisiones de CO2. “Desgraciadamente, esta caída es una buena noticia solo en el corto plazo”, señala su secretario general Petteri Taalas.
Las expectativas que tiene este organismo de la ONU es que, incluso, se dispare el aumento de emisiones cuando termine el problema. Los niveles de CO2 fueron un 18 % más altos del 2015 al 2019 que en los cinco años anteriores. Y el gas “permanece en la atmósfera y en los océanos por siglos”, como señala el informe del clima global de este periodo. “Esto significa que pese a la caída de las emisiones por la pandemia del coronavirus, el mundo sigue en proceso de cambio climático”, sostienen los autores del informe.
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