Las mujeres siguen subrepresentadas en la toma de decisiones sobre la actual crisis climática en las Naciones Unidas. En la COP25 celebrada en Madrid, la mesa Talento femenino y cambio climático trató propuestas para superar la situación. Las cinco expertas del sector privado y la Administración pública reunidas en el expositor de Grupo Suez apostaron por la educación en ciencias para las generaciones futuras. Esta es una de las ideas que destacaron para animar a una mayor presencia en los debates.
Amelia Navarro recordó que la perspectiva de género se estudia desde 2012 en estas cumbres del clima. Como moderadora en la mesa, apuntó que en la COP21 de París se establecía un plan de acción para que las mujeres sean parte de las decisiones sobre cambio climático. Destacar la visibilidad de quienes trabajan para que eso sea una realidad es uno de los objetivos que marcó la también directora de desarrollo sostenible de Hidraqua.
La primera en tratar la cuestión en Talento femenino y cambio climático fue Empar Martínez. Como directora general de Industria y Energía de la Generalitat Valenciana, incidió en que a día de hoy las mujeres siguen escogiendo otras carreras fuera de las denominadas STEM. Por ello, consideró importante desarrollar iniciativas que acerquen a las niñas el valor de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Una situación que empeora
Romper el techo de cristal sigue siendo una de las necesidades que aplicar también en este campo. Y esto es así, señaló Martínez, porque las cifras están evolucionando negativamente en los últimos 15 años, con una bajada del 15%. La mirada de las mujeres es distinta y por tanto enriquece la perspectiva, subrayó Martínez. Sin profesionales que se formen no hay referentes que sirvan como ejemplo. Desde esa perspectiva, Martínez apostó por hacer un cambio integral en la educación. La idea sería revisar todos los programas educativos para promover la igualdad real desde las edades más tempranas.
Y una vez se ha estudiado, ¿qué pasa con el mercado laboral? Inmaculada García, directora gerente de la Confederación Empresarial Valenciana, indicó que la incorporación tardía de las mujeres a este, causa ese retardo en la creación de líderes. Facilitar la compatibilidad con la vida familiar lo consideró en Talento femenino y cambio climático una de las claves a tener en cuenta para revertir la situación. Tenemos que ir un paso más en las medidas de conciliación y apostar por la corresponsabilidad, añadió.
El peso de los estereotipos
Sobre el factor social profundizó Julia Moreno. La Senior Manager de Sostenibilidad y RSE de Forética ve clara una razón cultural que sigue estando por desgracia a las habilidades que tenemos las mujeres y la percepción para estar en puestos o sectores tradicionalmente masculinizados. Un ejemplo de ello, solo 1 de cada 5 estudiantes de ingeniería son mujeres. Para cambiar ello pesan aún las barreras porque los empleadores tienen aún un sesgo al escoger perfiles masculinos. Y recordó que una empresa más diversa es una empresa más rentable.
En esta ronda de Talento femenino y cambio climático, Dulcinea Meijide aportó que la visión en favor de las carreras científicas estén dotadas de humanidad. Porque con ellas colaboramos para que la sociedad sea mejor, con una mejor calidad de vida de las personas. La directora de desarrollo sostenible en Suez cree que eso no lo reflejan los estereotipos transmitidos en la infancia sobre qué ser de mayor. Desde universidades y empresas tenemos que dar visibilidad de que ayudamos a las personas, concluyó. Un aspecto en el que coincidió con Martínez. Esta recordó un estudio que destaca que en muchas ocasiones la ambición de las mujeres es por logros colectivos, no solo el personal.
El boom de las renovables
La mesa Talento femenino y cambio climático repasó el trabajo hecho por cada una de las profesionales como ejemplo de trabajo. El boom de las solicitudes de energía renovable en la Comunitat Valenciana dio el paso a Martínez. La potencia que se reclama a las Administraciones ya va por los 15.000 megavatios. Una cuestión impresionante por un crecimiento que ronda los mil diarios, reconoció risueña Martínez.
A ello contribuye la bajada de precios generalizada, la subida de los precios en emisiones de CO2 y que ya no se requieran subvenciones para competir en el pool. La eliminación, a principios de la legislatura anterior, del concurso para plantear iniciativas en eólico era una traba de las que mencionó. Y otro impedimento fuera, en la solar para las instalaciones de fotovoltaica de menos de 5 megavatios. Con eso cree que el mercado ha despertado. Tanto, que para 2030 la apuesta por la eficiencia permitiría ser autosuficientes.
García recalcó también la evolución en la forma de afrontar este contexto. El empresariado a día de hoy ha interiorizado la responsabilidad que tiene con su entorno y actúa de forma proactiva. Eso se aplica en todas las fases de producción de la empresa, lo que demuestra que es patente y que va más allá. En una estructura de pymes, como la Comunitat Valenciana, las empresas de mayor tamaño están ayudando a ver cómo bajar al terreno los ODS. La adhesión al pacto por Una transición justa, de la ONU, es otro de los logros destacados.
La adaptación de las ciudades
Moreno presentó la caja de herramientas de cambio climático de Forética. Este proyecto se centra en la mitigación de sus efectos en las ciudades. La base que plantean es que las urbes no solo son un problema, pueden ser también una solución. El fin es equipar a los Ayuntamientos con las herramientas necesarias para hacer frente a este fenómeno. Tanto desde la teoría como de soluciones prácticas que les inspiren, con cuatro líneas de trabajo. La solución al cambio climático, pasa por el alineamiento con la ciencia, la biodiversidad y las alianzas.
Esa visión de lo urbano centró también parte del discurso de Meijide en Talento femenino y cambio climático. La directora de Suez explicó que el residuo más abundante de una ciudad es el agua residual y a la vez se trata de un producto con muchísima potencia. Un recurso que está directamente afectado por la crisis climática tanto en cantidad como en calidad, señaló. A ello suma la importancia de reducir las emisiones, ya llevamos un 20% y nuestro compromiso es aumentarlo otro 25% más para 2030.
Una de las formas de conseguirlo es cambiando la forma de ver las estaciones de tratamiento de agua residual. Tenemos que conseguir que sea una generadora de recursos, para que vuelva al circuito, señaló Meijide. O la compra de energías verdes, ese es otro compromiso que destacó como grupo. España es un país muy vulnerable frente al cambio climático, concluyó, hay que ver cómo adaptarse frente a eso.