Conseguir unos envases alimentarios más seguros es el objetivo que ha unido a tres institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana. El objetivo que se proponen con Niasafe es estudiar y evaluar la presencia de sustancias no añadidas intencionadamente, las Nias, en los materiales plásticos en contacto con alimentos.
Con este trabajo pretenden posicionar a las empresas de esta autonomía en el contexto nacional y europeo. Como explican, al no existir actualmente protocolos normalizados para el control de las Nias, el sector del envase plástico para uso alimentario de la Comunitat Valenciana podrá ofrecer productos con un mayor control y seguridad en este ámbito.
Cualquier material u objeto que entre en contacto directa o indirectamente con alimentos, habrá de estar fabricado de conformidad con las buenas prácticas de fabricación. Eso exige que, en condiciones normales o previsibles de empleo, no transfiera sustancias a los alimentos en cantidades que representen un peligro para la salud.
Cuando se reusa el plástico
Actualmente, en el mercado existen infinidad de envases y artículos de plástico pensados para ser utilizados una y otra vez. Por ello es importante tener en cuenta que sus ciclos de vida útil, más o menos largos, se desarrollan en condiciones de temperatura y tiempo muy dispares. Controlar el conocimiento de su composición química y evaluar el comportamiento de las sustancias en relación con su uso es fundamental para establecer su inocuidad.
La presencia de Nias en materiales plásticos en contacto con alimentos puede tener orígenes diversos. Los principales son la degradación de los polímeros, impurezas derivadas de los procesos de fabricación o en productos de reacción en la elaboración del material. Estas sustancias pueden generar un riesgo toxicológico para el consumidor. Ese es el motivo por el que la legislación relativa a materiales en contacto con alimentos presta especial atención a la evaluación del riesgo de su presencia.
Comprobar su comportamiento
En esto trabajan tres institutos tecnológicos: el de producto infantil y ocio (AIJU), Ainia y el del plástico (Aimplas). Para ello el proyecto Niasafe está financiado por Ivace, con la cofinanciación de los fondos FEDER de la UE, dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2014-2020.
El sistema de Niasafe detecta e identifica cada una de estas sustancias para luego analizarlas toxicológicamente. Así determinan aquellas que no están incluidas en el reglamento UE 10/2011 de materiales plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos. Gracias a esta investigación, las empresas pueden conocer si están generando Nias en su proceso de fabricación.
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Sin embargo, estas medidas legales son genéricas y no abordan la particularidad de cada una de estas sustancias. Esto lo consideran un aspecto fundamental. Como subrayan, no todas las sustancias que migran desde los plásticos son necesariamente tóxicas o alcanzan la concentración en los alimentos que representen un peligro.
En este sentido, el desarrollo de una metodología para detectar la presencia de Nias, el tratamiento de la información toxicológica y la evaluación de la actividad biológica (citotoxicidad y genotoxicidad) de las mismas garantizará el desarrollo de envases y alimentos seguros.