El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el acuerdo de Declaración ante la Emergencia Climática y Ambiental en España. A partir de ahí, anuncia 30 líneas de acción prioritarias que se compromete a adoptar para combatir el cambio climático. Cinco de estas medidas planteadas como políticas transversales del Gobierno se pondrán en marcha en los primeros 100 días.
Entre ellas, la remisión al Parlamento del proyecto de Ley de Cambio Climático, la definición de la senda de descarbonización a largo plazo para asegurar la neutralidad climática en 2050. Otra de ellas es la creación de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático que incluirá la participación de los jóvenes. Con ellas se pretende señalar el marco regulatorio fundamental. Lo que surja de ahí inspirará al resto de acciones que han de acometerse en todos los niveles de la Administración.
Las cinco medidas para arrancar
Cumpliendo este plazo, el Ejecutivo se compromete a:
- Llevar a las Cortes un proyecto de ley que garantice alcanzar las emisiones netas cero no más tarde de 2050. Para ello impulsará un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de turismos y de vehículos comerciales con emisiones de 0 gramos de CO2 por kilómetro, un sistema agrario neutro en emisiones de CO2 equivalente. También incluye aquí un sistema fiscal, presupuestario y financiero compatibles con esa descarbonización de la economía.
- Definir la senda de descarbonización a largo plazo. Esta debería asegurar el objetivo de neutralidad climática a más tardar en 2050.
- Invertir en un país más seguro y menos vulnerable frente a los impactos y riesgos del cambio climático. En esta línea, anuncia que presentará el segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Este incluirá el sistema nacional de observación del clima y la elaboración de un menú de indicadores de impacto.
- Reforzar los mecanismos de participación ya existentes con una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático. En esta marcará que se cuenten con el mismo número de mujeres que de hombres y la participación de los jóvenes.
- Impulsar la transformación del modelo industrial y del sector servicios a través de Convenios de Transición Justa y de medidas de acompañamiento.
Las siguientes líneas que marca
Si con esas cinco ideas pretende cubrir sus primeros cien días, la labor se intensificará luego. La declaración de emergencia climática define otras 25 líneas prioritarias que marcarán esa acción transversal de la Administración Pública. Eso se traduce en que la variable del cambio climático se incorpora a áreas económicas, consumo, movilidad, vivienda, cooperación internacional, educación o salud. En concreto, en estas dos últimas políticas sectoriales, el acuerdo compromete al Ejecutivo a aprobar un Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad antes de que acabe el año y a poner en marcha un Plan Nacional de Salud y Medioambiente.
Y más. El Gobierno elaborará la Estrategia de Lucha Contra la Desertificación y la Estrategia Nacional Forestal. En la Conferencia de Presidentes de 2020 presentará la Estrategia frente al Reto Demográfico para facilitar la mejor coordinación entre Administraciones.
Economía verde
Otra parte está centrada en asegurar la transformación del sector financiero público y privado para garantizar su viabilidad y la estabilidad del sistema. El primer paso será elaborar un Plan Nacional de Acción de Finanzas Sostenibles y un programa de emisión de bonos verdes por parte del Tesoro Público. También se fomentará la coherencia de las inversiones públicas con los objetivos del Acuerdo de París. Así, la pretensión es no otorgar nuevos beneficios fiscales a productos energéticos de origen fósil. Además, se analizarán los vigentes. ¿La excepción? Casos justificados por razones sociales o tecnológicas. En esta misma línea, no se autorizarán nuevas solicitudes de exploración, permisos de investigación o concesiones de explotación de hidrocarburos, ni para las actividades de fracking.
La Declaración recoge la necesidad de adoptar la Estrategia de Economía Circular y una Ley de Residuos que aborde el problema de los plásticos de un solo uso, para alcanzar “residuo cero” en el horizonte 2050. También la adopción de una Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte Público, así como medidas para que los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones de manera urgente.
Además, antes de 2021, se presentará la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030 para aumentar la resiliencia del sector a los efectos del cambio climático. También se establece el objetivo de alcanzar el 30% de superficie marina protegida en 2030.
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El camino abierto por Europa
El acuerdo destaca que los primeros pasos de esta transformación ya se han activado. En particular, hace referencia al PNIEC 2021-2030, que sitúa a España en la “senda correcta” para lograr que la generación eléctrica sea 100% renovable en 2050, eliminando, en la próxima década, una de cada tres toneladas de CO2 emitidas actualmente. Para ello, en 2030 se habrá duplicando el consumo final de energía renovable. Y, en el caso de la electricidad, el 74% será de origen limpio.
Se trata de un esfuerzo coherente con el aumento de ambición a 2030 anunciado por la Comisión Europea: incrementar el actual objetivo de reducción de emisiones a 2030, un 40% para el conjunto de la Unión Europea (UE), a una horquilla entre el 50% y el 55%.