El proyecto Planet Debug de la Universitat Jaume I utiliza videojuegos creados por estudiantes para concienciar sobre la situación de la Tierra.

Planeta Debug abre sus primeros videojuegos contra la crisis climática

Nuevas formas de motivar a los jóvenes en la lucha por el futuro del planeta. Tal cual sería un punto de partida para uno de los juegos que desarrollan en el Living Lab de la Universitat Jaume I. El proyecto Planeta Debug presenta ya en abierto para que cualquiera los pruebe los títulos con los que han aprendido de la importancia de la sostenibilidad para asegurar en un planeta cercano, el nuestro.

La forma de presentarlo sigue manteniendo estereotipos del pasado, un recurso irónico para juegos que tienen mucho de los años 80. «Nos encontramos en un mundo futurista totalmente corrupto en el cual la gran mayoría de seres humanos han perdido sus facultades mentales», dicen en Lightbringer. Mientras que en Nano Doctor, un especialista reducirá su cuerpo a la escala necesaria para combatir cuerpo a cuerpo las enfermedades de un paciente.

A partir de ellos trabajan para adaptarlos a la idea de promocionar valores medioambientales. En el caso del juego médico, sus creadores estiman que «el jugador se dará cuenta que las enfermedades y sus efectos son similares al problema del cambio climático y sus causas». En el centrado en la corrupción, se descubrirá que las emisiones de una central nuclear rusa son la causa de los problemas.

El veredicto del público

El público es ahora quien tendrá la oportunidad de valorar Planeta Debug por su jugabilidad, sus gráficos y también por su narrativa. Así seguirá avanzando este proyecto que lanza la UJI con el apoyo de la Fundación Carasso para estimular la creatividad de sus estudiantes. Precisamente los de tercer curso del Grado en Diseño y Videojuegos de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales han sido sus creadores.

Esta iniciativa, apoyada por el vicerrectorado de Investigación y Transferencia y la convocatoria Arte Ciudadano de la mencionada fundación, implica «un gran esfuerzo creativo de síntesis». Así lo valora el profesor de Diseño Conceptual de Videojuegos, Emilio Sáez. El objetivo del trabajo es partir de «las investigaciones científicas que han usado como referente el desafío del cambio climático y convertir todo esto en una historia, con unos retos y un apoyo lúdico de los videojuegos».

Una experiencia inédita

Sáez destaca que Planeta Debug se trata de una iniciativa «totalmente inédita». Y a ello suma el orgullo que siente por el resultado final del experimento que «ha salido muy bien». De hecho, destaca que para estos ocho primeros títulos publicados «el alumnado ha dispuesto de un tiempo limitado». Con esos condicionantes y ese balance, el profesor subraya que se demuestra que «los videojuegos diseñados son la prueba que este medio es muy potente como vehículo para difundir mensajes complejos y facilitar que llegan al gran público».

¿Cómo se enseña en la escuela la crisis climática en el mundo?

La combinación entre arte y ciencia es «uno de los aspectos más interesantes e innovadores de la línea Good Game de Planeta Debug». Así lo ve el profesor de Arte del Videojuego de la UJI, Diego Díaz. Este explica que, siendo «una mezcla que se trabaja internacionalmente desde hace tiempo», es ahora cuando se aplica más con los nuevos medios.

Y cuando se trata de dar un carácter medioambiental a Planeta Debug, se trata de «un auténtico reto». El profesor de Ingeniería del Software, Antonio Morales, reconoce lo «complejo» que ha sido «encajar la temática del cambio climático con líneas de investigación de varios grupos para plasmarlo en un juego». Tanto, que a muchos de los alumnos los abrumó inicialmente. Eso a pesar de que el proyecto no era más complicado que otros años desde el punto de vista de la programación. Aun así, «creemos que los resultados obtenidos son muy satisfactorios y que el estudiantado ha vivido una experiencia realmente enriquecedora», subrayan tanto los profesores Antonio Morales como Enric Cervera.

Labor de equipo

La web Planeta Debug, además de la información completa sobre el Living Lab, el equipo y las actividades, permite el acceso gratuito a los videojuegos que se irán creando a lo largo del proyecto, el cual se desarrollará hasta el otoño de 2021. Para acceder, hay que ir a las entradas donde se describen los videojuegos creados hasta el momento. En cada una de ellas se explica su diseño, sentido, creadores y funcionamiento. Es allí también donde se podrá descargar la versión para Windows de estos trabajos.

Los videojuegos de la línea Good Game del Living Lab Planeta Debug accesibles ya son: Mission Ozono, Blooming Violent, The Lightbringer, NanoDoctor, Version 18, Overdose, Mr Coating, The Wayback y Last Sunlight. Estos se basan, respectivamente, en los siguientes grupos de investigación de la UJI: Leonor Hernández, del Grupo de Fluidos Multifásicos; Vicent Arbona, del Grupo de Ecofisiología y Biotecnología; Ivan Mora-Seró, del Grupo de Semiconductores Avanzados; Gladys Mínguez, del Grupo de Investigación en Óptica; Vicent Baydal, del Grupo de Historia y Derecho Forales Valencianos; María Ibáñez, del Instituto Universitario de Plagas y Agricultura Plagas y Agricultura; Lucía Reig, María José Ruá y Ángel Pitarch, del Grupo de Tecnología, Calidad y Sostenibilidad en la Edificación; Pedro Sanz, del Laboratorio de Interacción y Sistemas Robóticos y Conrado Martínez, del Grupo Melanogén.

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