El nombre de una musa griega inspira a los investigadores en el proyecto Hypate, un programa que busca crear instrumentos musicales –literalmente– extraterrestres. El polvo y las rocas de la superficie de la Luna y de Marte son la base en la que trabajan los equipos de Traginer Music Research Lab. Y tienen muy clara la pregunta a la que quieren responder con este trabajo, ¿a qué suena la música hecha con materiales de fuera de nuestro planeta?
Campanas y maracas les ayudarán a responder esa pregunta de partida. Estas las fabricarán de cerámica, empleando simulantes de regolito lunar y marciano. Un plan para el que ya están en su primera fase de desarrollo. Pero ¿qué es el regolito? Esta palabra define esa primera capa de suelo no consolidado formado por pequeños fragmentos de roca y minerales sueltos.
Si el punto de partida es atractivo, conseguir los materiales lo eleva a cotas espaciales. De hacerlo simple se encargan a través de Exolith Lab. Esta entidad, que colabora directamente con la Agencia Espacial Europea y la NASA, es con la que se han asociado para obtener esta clase de compuestos. Paralelamente, el equipo de Hypate creará instrumentos cerámicos con materiales terrestres y así después compararán las propiedades acústicas de ambas líneas de instrumentos.
De la música a la construcción
“La idea es hacer instrumentos musicales, pero no descartamos otro tipo de aplicaciones”, explica Amparo Borrell sobre los propósitos de Hypate. La investigadora del Instituto de Tecnología de Materiales de la Universitat Politècnica de València señala que estas «pueden ser herramientas, construcciones, y todo tipo de necesidades que se puedan tener en la Luna cuando se esté instalado allí».
El trabajo del grupo de investigadoras que participa desde el ITM-UPV se centra en la caracterización del material de partida. De ahí a la sinterización en diferentes hornos y luego el estudio de sus propiedades finales. “Analizamos el polvo microestructuralmente, estudiando parámetros como su morfología o la densidad; realizamos también moliendas de alta energía para romper aglomerados y reducir el tamaño de grano para posteriormente estudiar su empaquetamiento«, enumera Borrell.
«Una vez que tenemos el material lo prensamos y lo introducimos en los diferentes hornos de alta temperatura, convencionales o no-convencionales como son las microondas. Y, cuando ya tenemos el material denso, lo caracterizamos y analizamos sus propiedades mecánicas y térmicas”, detalla esta técnica superior del Departamento de Ingeniería Mecánica y de Materiales.
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Los equipos
El proyecto, promovido por el diseñador de instrumentos musicales Carlos Traginer, cuenta con la participación también de investigadores del Instituto de Geociencias, IGEO (CSIC-UCM), el Instituto de Cerámica y Vidrio (CSIC) y la Universidad Camilo José Cela (UCJC), así como de diferentes artistas del ámbito de la música y la cerámica.
Completan el equipo Rut Benavente, investigadora también del ITM-UPV; Jesús Martínez Frías, doctor en Ciencias Geológicas y experto en Meteoritos, Geología Planetaria y Astrobiología e investigador del IGEO (CSIC-UCM); Enrique Martínez Martín, geólogo e investigador predoctoral (UCJC); Ana Felipe Royo, artista plástica especializada en cerámica; Javier Tejado Mata, doctor en Técnicas Avanzadas de Construcción y profesor especialista en Acústica; Rodrigo Moreno Botella, doctor en Ciencias Químicas y profesor de investigación en el Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC, y el músico Pedro Barceló Cartagena.
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