Cuatro oasis para visitar en la aridez alicantina forman la ruta propuesta para el fin de semana de iAmbiente. L’Alacantí y la Vega Baja son dos de las comarcas con más paisajes semiáridos, pero también están regadas por los ríos Segura y Monnegre. Una conveniencia que ha posibilitado el crecimiento de cuatro jardines históricos que ahora florecen después de años de abandono. Un recorrido que complementa a las propuestas de iAmbiente en la Marina Alta y la Marina Baixa y en l’Alcoià y el Comtat.
Jardines de Peñacerrada en Mutxamel
Estos jardines representan uno de los conjuntos históricos más emblemáticos de la arquitectura residencial de l’Horta d’Alacant. Es uno de los jardines valencianos más singulares, ya que se combinan todos los estilos de jardín, como el francés, el inglés y el italiano. En el jardín francés destacan los parterres bajos y recortados de forma simétrica delimitados por mirto. Frente a la fachada del palacio podemos observar una pirámide de esta misma especie y unos cipréses recortados en forma de arco. El jardín inglés, de estilo romántico, está compuesto por un bosquete, dos montes artificiales unidos por un puente y cubiertos por opuntias (paleras), una torreta, una gruta y la Casa de la Vieja. En el jardín italiano, se puede apreciar un conjunto formado por ocho columnas de piedra y una alberca pequeña. Frente a todo ello, se ubica un laberinto de cipreses, recientemente recuperado.
Un cuarto estilo es el que predomina en todo el jardín. Se trata del hispano-mahometano, cuya característica principal es un sistema tradicional de acequias que regaba todo el jardín desde una alberca de mayor tamaño situada en la parte más alta de la zona del huerto. Esta alberca, rodeada de enormes cipreses y bancadas, tenía tres funciones: regar, abastecer al palacio y como zona recreativa. Además, el jardín cuenta con una Casa de los Niños, un semillero y de otros espacios de interés que se pueden visitar gratuitamente de lunes a viernes de 9h a 14h.
El jardín francés se identifica por parterres bajos y recortados de forma simétrica. Delante de la fachada del palacio veremos una pirámide de mirto y unos cipreses en forma de arco muy bellos. El jardín inglés es de estilo románico, con un mosquete, dos montañas artificiales unidas por un puente, una torreta y la Casa de la Vella. Mientras, en el jardín italiano destacan ocho columnas de piedra y un laberinto de cipreses donde perderse. Hay un cuarto estilo que encontrará a lo largo de todo el jardín, y es el hispano-mahometano, que se caracteriza por un sistema de acequias que regaba todo el terreno.
La Finca Villa Marco en el Campello
Esta finca es uno de los más bellos elementos del patrimonio cultural de El Campello y se encuentra cerca de la playa de Muchavista. Construida a mediados del siglo XIX y restaurada posteriormente, fue una finca rústica de gran importancia en la huerta alicantina, su estilo es modernista con curiosas influencias del arte colonial francés, inspirado por la llegada de familias burgesas durante el siglo XIX a l’Horta d’Alacant. Sus bellos jardines de inspiración versallesca albergan flora proveniente de diferentes zonas del planeta, árboles centenarios.
Siguiendo un diseño estructural similar a los jardines del Marqués de Penyacerrada de Mutxamel, Villa Marco puede dividirse en cinco zonas: el «jardín árabe» (utilizado como huerta originariamente), el denominado «jardín histórico», donde se encuentran los ejemplares de mayor envergadura, el «jardín de acceso» que enmarcaba la entrada de carruajes, un pequeño «jardín mediterráneo» (con plantas autóctonas) y una gran pinada que representa un «bosque mediterráneo». Además encontraremos un conjunto escultórico del célebre artista alicantino Vicente Bañuls, aunque desgraciadamente el jardín es visitable sólo puntualmente.
El Huerto del Cura en Elche
Declarado en 1943 Jardín Artístico Nacional y ubicado en el corazón del Palmeral de Elche, la fundación del jardín también está vinculada a familias acomodadas. En este caso, el cura Josep Castaño, que recibió en 1894 la visita de la emperatriz de Austria y Hungría, Sissi, que bautizó a la famosa palmera tridente como Imperial. En su interior se ubican armoniosamente una serie de plantas mediterráneas y tropicales, entre esculturas y estanques, distribuidas en un ambiente donde las palmeras, auténticas protagonistas del jardín, le confieren su aspecto particular.
También se puede disfrutar de las espléndidas colecciones de palmáceas y cactáceas, procedentes de todos los rincones del mundo, con multitud de especias adaptadas a nuestro clima. Además de las palmeras, crecen en el Hort del Cura otros cultivos típicos del Mediterráneo, como limoneros, naranjos, granados, algarrobos y azofaifs, junto a otros de clima subtropical. El jardín está abierto todos los días y la entrada puede incluir degustaciones o demostraciones de trepado de palmera o trenzado de palma blanca.
Jardín del Marqués de Montalba en Jacarilla
Entre el río Segura y el embalse de la Pedrera, Jacarillla fue la ubicación elegida por el Marqués de Fontalba para construir su palacio. En los años 40 la propiedad fue vendida al Ayuntamiento y ahora los jardines son uno de ellos con una extensión de 20.000 metros cuadrados. Se pensaron como lugar de retiro para el entretiempo de esta familia noble y ahora es un espacio público abierto todos los días del año.
Al entrar en el jardín por la Puerta de los Leones, se puede contemplar una gran avenida de palmeras. Mientras que en su interior destacan algunos puntos interesantes, como la gruta de Nuestra Señora de la Almudena, hecha con piedras del fondo marino, el reloj del sol o las numerosas estatuas y fuentes del jardín. Además, el palacio o casa-palacio consta de dos plantas con un pórtico y balaustrada con una original fachada decorada con azulejos, creando una estética realmente atractiva ideal para fotografiar.