La Semana Verde de la Unión Europea arranca con mala nota. Agricultura intensiva, urbanización, actividades forestales insostenibles y cambios en los hábitats de agua dulce. Estas son algunas de las causas que enumera la Comisión Europea como responsables de declive de hábitats y especies protegidas. En el mayor control de salud de la naturaleza jamás realizado en la UE, como lo define el comisario de Medioambiente, la calificación es negativa.
Según los datos que maneja Virginijus Sinkevičius, hasta el 81% de los hábitats protegidos se encuentran en malas condiciones en la Unión. «Esta evaluación muestra, una vez más, muy claramente que estamos perdiendo nuestro sistema vital de soporte vital. Necesitamos cumplir con urgencia los compromisos de la nueva Estrategia de Biodiversidad de la UE», recalca. Ese será el camino «para revertir este declive en beneficio de la naturaleza, las personas, el clima y la economía«.
El estado de la naturaleza en la Unión Europea proporciona una visión general completa de la situación de las especies y hábitats más vulnerables de Europa. A pesar de estar protegidos específicamente por leyes de naturaleza, la situación es grave. En su evaluación señalan la contaminación del aire, el cambio climático y la sobreexplotación de animales como otros factores de riesgo. De ahí que adviertan que si no se aborda, esta disminución inevitablemente resultará en la erosión continua de la biodiversidad. Y sus efectos pondrían en riesgo la salud humana y la prosperidad por los servicios vitales que ofrecen.
Linces, renos y nutrias, en lo positivo
No todo es negativo en el examen que se autoimpone el continente. El informe también muestra que las acciones de conservación específicas producen resultados. Lince ibérico, reno del bosque y nutria, cada uno de los cuales ha sido objeto de importantes proyectos de conservación, ahora se están recuperando. Las iniciativas del programa LIFE de la UE, los regímenes agroambientales específicos de la política agrícola común y la red Natura 2000 con sus 27 000 lugares siguen teniendo una influencia positiva. Entre las conclusiones del informe, se subraya que la restauración de turberas y otros humedales puede generar beneficios para la naturaleza. Y, además, también contribuir significativamente a abordar el cambio climático, creando oportunidades de empleo en áreas rurales y periféricas.
A pesar de estos signos de esperanza, los responsables destacan en este análisis de la Semana Verde que es necesario ampliar considerablemente el esfuerzo. Si bien hay especies y hábitats protegidos que están logrando mantener la línea a pesar de una gran presión, la mayoría tiene un estatus pobre o malo a nivel de la UE. De hecho, algunos muestran tendencias continuas de deterioro.
¿Cuáles son las principales víctimas? Entre las especies, las aves que están estrechamente asociadas con la agricultura continúan disminuyendo. Pero son los peces de agua dulce quienes tienen la proporción más alta de mal estado de conservación (38 %), principalmente debido a cambios en las masas de agua y el flujo de agua y las instalaciones hidroeléctricas. Entre los hábitats, solo el 15 % de ellos se encuentran en buenas condiciones.
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Demandan cambios en transporte y energía
«Nuestra evaluación muestra que salvaguardar la salud y la resiliencia de la naturaleza europea, y el bienestar de las personas, requiere cambios fundamentales». El director ejecutivo de la Agencia Europea de Medioambiente, Hans Bruyninckx, tiene claras las áreas de trabajo para ello: la forma en que producimos y consumimos alimentos, gestionamos y usamos los bosques, y construimos ciudades. «Estos esfuerzos deben ir acompañados de una mejor implementación y cumplimiento de las políticas de conservación», destaca. Por ello pide «un enfoque en la restauración de la naturaleza, así como una acción climática cada vez más ambiciosa, especialmente en el sector del transporte y la energía».
Cada seis años, los Estados miembros de la UE informan sobre el estado de conservación y las tendencias de las especies y los tipos de hábitats protegidos por las Directivas de la UE. El ciclo de presentación de informes actual es el ejercicio de recopilación de datos más grande y extenso jamás realizado sobre el estado de la naturaleza de Europa. El informe proporciona un análisis de datos sobre el estado y las tendencias relacionadas con todas las especies de aves silvestres que se encuentran en la UE (460 especies), 233 tipos de hábitats y casi 1 400 otras plantas y animales silvestres de interés europeo.
El informe concluye con la clara necesidad de actuar «si se quiere tener alguna posibilidad de poner la biodiversidad de Europa en el camino de la recuperación para 2030». En este sentido, proponen como línea «fundamental» la plena implementación de los objetivos propuestos en la Estrategia de la Biodiversidad Europea, así como en la Estrategia de la granja a la mesa.