Hace 42 000 años la Tierra vivió un punto de inflexión en su historia, lo que se conoce como el evento Laschamp. ¿Qué clase de evento pudo marcar el planeta? La inversión magnética de los polos magnéticos, o excursión geomagnética. Si bien esto ya se sabía, no se tenían evidencias de cómo este fenómeno había afectado la vida en el planeta. Ahora los troncos de los kauris, recuperados de un pantano, han aportado nuevos indicios.
Agathis australis, una especie original de Oceanía, es la que han investigado un grupo internacional de científicos y con la que han descubierto que la rotura temporal del campo magnético terrestre provocó cambios climáticos importantes. Como recuerdan en la investigación que han publicado en Science, estamos hablando de un periodo clave de la vida en el planeta, cuando se produjeron extinciones masivas.
Que la Excursión de Laschamp había afectado de alguna manera a la Tierra era algo que se intuía. De hecho, algunas especies habían desaparecido simultáneamente en aquella época, como es el caso de la megafauna que vivía en Australia y Tasmania. «Esto nunca había parecido correcto, porque pasó mucho tiempo después de que llegaran los aborígenes, pero casi al mismo tiempo que el medio australiano pasó al estado árido actual», dice el profesor Alan Cooper, coautor del estudio.
Gracias a los resultados de la investigación con kauris se muestra que estas extinciones masivas de animales no fueron fortuitas. sino que eran la consecuencia del intercambio de los polos durante ochocientos años. Un fenómeno que provocó tormentas eléctricas, auroras generalizadas y radiación cósmica.
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La plantilla para definir lo que pasó
Todo ello se ha podido saber a través del estudio de algunos ejemplares de kauris. Los sedimentos que se han conservado de aquel momento les convierten en testigos directos de este fenómeno. Con esta información los investigadores fueron capaces de crear una escala de tiempo detallada de cómo cambió la atmósfera de la Tierra a lo largo de este periodo. Su labor, analizar los anillos de estos antiguos árboles. «Los kauris son como la piedra de Rosetta», afirma el profesor Cooper. Es decir, mediante ellos consiguen «unir registros de cambios ambientales en cuevas, núcleos de hielo y turberas de todo el mundo».
Estos anillos se convirtieron en la pauta para disponer las piezas en un cronograma. Los científicos compararon la escala de tiempo recientemente creada con los registros de emplazamientos por todo el Pacífico y la utilizaron en la modelización climática global. Así encontraron que se podría remontar al crecimiento de las capas de hielo y los glaciares en América del Norte. E, incluso, a los grandes cambios en los principales cinturones de viento y sistemas de tormentas tropicales.
De Laschamp a una comedia de ciencia ficción
Los investigadores han bautizado este periodo de peligro y cambios en la morfología de la vida en el planeta causados por la Excursión de Laschamp como Evento de Adams. Según el comunicado de la Universidad de Sydney, este nombre pretende ser un homenaje al escritor de ciencia ficción Douglas Adams. El autor de la popular novela de humor La Guía del Autoestopista Galáctico, eligió el número 42 como la respuesta a la vida, la universo y todo. Una cifra que coincide con la extinción masiva que modeló la vida de la Tierra para evolucionar en como la conocemos hoy.
En materia evolutiva la especie humana no se quedó al margen. Hace 42 000 años nuestros antepasados ya rondaban por la Tierra. ¿Cómo les afectó este fenómeno? Pues bien, los investigadores postulan que el Evento de Adams podría haber jugado algún papel en la desaparición de los neandertales. También relacionan este periodo de cambios climáticos, peligrosidad y aumento de auroras por todo el planeta con la repentina aparición generalizada del arte figurativo en las cuevas del mundo. Para los investigadores este descubrimiento abre la puerta a seguir investigando para resolver algunos de los misterios de la humanidad. Món Planeta