Un nuevo invento que utiliza la energía solar para purificar el agua podría ser un invento revolucionario para conseguir agua potable a poblaciones donde la distribución de este bien imprescindible no llega. La inspiración para este nuevo invento con una forma parecida a la de una esponja, parte del pez globo. De igual modo que esta especie, absorbe el agua pero mantiene en su interior los contaminantes, como plomo o hidrocarburos. Para recoger el agua filtrada, solo hay que poner la esponja al sol.
Este aparato tan sorprendente, desarrollado en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, ha sido descrito en un artículo en la revista Advanced Materials. En el informe se explica que los peces globo se hinchan de agua cuando están en peligro y la sueltan cuando ha pasado. A partir de ahí, detalla cómo este nuevo invento está fabricado con materiales de bajo coste y que no son tóxicos. La siguiente clave es que funciona con una energía gratuita como la solar.
Con eso ya lo haría al mismo tiempo eficiente y sostenible y, por si fuera poco, se podría construir a pequeña escala. De forma que se podría usar para un hogar o para proveer de agua toda una localidad. Y todo ello con la ratio más alta de purificación de agua que se ha conseguido nunca con una tecnología pasiva como esta.
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Muy reutilizable
Poniendo en una fuente de agua en la tarde y dejándolo al sol al día siguiente, se podría conseguir el agua limpia para todo el día. Es decir, eliminaría petróleo, metales pesados como el plomo e, incluso, sin microorganismos tales como las levaduras. En las pruebas, sus desarrolladores comprobaron que el gel mantiene su capacidad de filtrar agua durante al menos diez ciclos de llenarse y vaciarse sin que su eficacia baje. Eso sería lo que indica que tiene una capacidad bastante alta de reutilización.
En una prueba en el campus de la misma universidad, uno de sus inventores puso el gel en el agua no potable de un lago, que se encontraba a 25ºC. Al cabo de una hora, sacó el gel y lo puso encima de un envase, que fue recogiendo el agua limpia que caía en su interior a medida que se calentaba.
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Mucho más eficiente que los desarrollados hasta ahora, este filtro no necesita la luz del sol para evaporar el agua ni tampoco electricidad para bombearla. A esas ventajas se añade que lo habitual en los filtros pasivos basados en la gravedad es que su sistema debe ser cambiados con frecuencia. Aquí solo hay un gel que cambia con la temperatura, pasando de ser una esponja a un material sin poros que lo expulsa de su interior. La clave para conseguir esa eliminación de plomo y otros contaminantes está en una estructura molecular muy innovadora. Ahora, según avanzan desde la universidad americana, el equipo que ha desarrollado este filtro está tratando de ponerla a disposición de la población. Mon Planeta