El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado que su país se compromete a reducir entre un 50 % y un 52 % sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles del año 2005 antes de 2030. Biden ha hecho público este compromiso durante la cumbre virtual de cuarenta líderes mundiales que ha tenido lugar entre el jueves y viernes.
En ella, Biden ha afirmado que estamos empezando una «década decisiva» en la lucha contra el cambio climático. Y eso implica que «tenemos que tomar decisiones que evitarán las peores consecuencias de la crisis». Con este anuncio, los Estados Unidos han duplicado el compromiso al que habían llegado anteriormente.
Biden se ha mostrado convencido de que hay que «intentar mantener la temperatura de la Tierra en un aumento de 1,5ºC. El mundo más allá de 1,5ºC significa incendios, inundaciones, sequías, olas de calor y huracanes más frecuentes e intensos, arrasando comunidades, destruyendo vidas y medios de subsistencia».
La acción americana
En un giro de 180 grados respecto el presidente anterior, Donald Trump, Biden ha afirmado ante el resto de líderes mundiales que la lucha contra el cambio climático es un imperativo moral y económico. «Las señales son insoslayables, la ciencia es innegable y el coste de la inacción continúa acumulándose«, ha asegurado. Es por eso, ha dicho, que «los Estados Unidos no se están esperando, están decidiendo pasar a la acción».
El Reino Unido, que presidirá la cumbre COP26 que tendrá lugar en Glasgow el mes de noviembre, se ha posicionado del lado de Estados Unidos. De hecho, el primer ministro Boris Johnson ha calificado el anuncio de Biden de «punto de inflexión». «Podemos hacerlo juntos», ha afirmado Johnson, quien ha agregado que «esto significa los países más ricos se unen y superan el compromiso de cien mil millones de dólares que hicieron en 2009». Una referencia hecha a las inversiones en lucha contra el cambio climático y en reducción de emisiones.
Los extremos: Corea del Sur y China
Otros países también han aprovechado la cumbre para anunciar nuevos compromisos de reducción de emisiones para el 2030. Ese es el caso de Canadá (40-45 %), Japón (46 %) o Corea del Sur. Esta última ha anunciado que dejaría de financiar la construcción de centrales térmicas de carbón en todo el mundo.
La neutralidad de carbono para 2050, muy lejos de conseguirse
No todo, sin embargo, son buenas noticias. Algunos de los países con más emisiones, como es el caso de China e India, no anunciaron ningún compromiso nuevo. El presidente chino, Xi Jinping, hizo una alusión genérica a «controlar estrictamente los proyectos de generación con carbón» como parte del 14º Plan Quinquenal y reducirlo de cara al 15º, es decir, más allá del 2026.
Mientras, el primer ministro indio, Narendra Modi, no hizo ninguna promesa, por remota que fuera. Y así se refugió en que las emisiones per cápita de su país son un 60 % inferiores a la media mundial. Eso aunque la India, a día de hoy, sea el tercer país del mundo que más contribuye al calentamiento global, después de China y los Estados Unidos. Aleix Salvans. Món Planeta