El agua regenerada, la fuente de vida en el Clot de Galvany

El agua regenerada, la fuente de vida en el Clot de Galvany

En el mes de enero, el Clot de Galvany ha cumplido 17 años desde que la Generalitat Valenciana lo declarara el primer Paraje Natural Municipal de Elche. Con este paso se conseguía el reconocimiento a su importancia ambiental y al esfuerzo local en su recuperación y conservación.

La historia de este logro arranca en 1996. Aquel año el Ayuntamiento de Elche comenzaba los trabajos de recuperación del paraje. A los dos años se ponía en marcha el Servicio de Control y Educación Ambiental (SCEA) del paraje. Eso serviría para apoyar el largo proceso administrativo que buscaba el mencionado título otorgado por el Consell el 21 de enero de 2005.

El recorrido por este camino tiene otra parada clave, 2013. Aquel año se sumó a la gestión del paraje la empresa mixta Aigües d’Elx, que comienza a financiar la gestión y a aportar sus conocimientos. Con ello, destacan sus responsables, se conseguía un salto cualitativo muy importante.

Una de las principales actuaciones por parte de Aigües d’Elx fue mejorar todo el sistema de bombeo y conducción del agua regenerada. Esta llegaba procedente de la depuradora de Arenales del Sol hasta las charcas artificiales y naturales del paraje natural. Desde ese año se consigue mantener una lámina de agua permanente consiguiendo un equilibrio ecológico del entorno.

Restaurar un ecosistema

Esta iniciativa ha permitido no solo la supervivencia de esas especies naturales habituales, sino la proliferación de otras nuevas. Las aves han seguido encontrando en el Clot de Galvany un lugar para el asentamiento y reproducción. De hecho, como se ha podido demostrar, se trata de un gran enclave para la recuperación de especies, como la cerceta pardilla, una de las aves más amenazadas de España y de Europa occidental.

El paraje es un ejemplo de cómo el interés público y la voluntad han sido capaces de reinventar y restaurar un ecosistema de gran valor. Un espacio que estaba en claro detrimento y gravemente amenazado por la presión antrópica en los años setenta y ochenta. Hoy, el Clot de Galvany es un referente de resiliencia de actuación frente a la emergencia climática, los humedales simbolizan la primera trinchera frente a las consecuencias del cambio climático, son sumideros naturales de CO2, protegen nuestras costas frente a la erosión y las tormentas y mantienen los niveles freáticos de los acuíferos protegiendo su salinización.

Favorecer la biodiversidad

Con el objetivo de continuar favoreciendo la biodiversidad del paraje, en el 2021 se transformó una charca artificial de aves limícolas en una nueva charca destinada a la preservación y protección de aves anátidas. El mes pasado, se reinauguraba otra charca artificial, la del Taray, tras su rehabilitación. A este nuevo recurso natural de máxima protección ambiental, le otorgan la función de adaptar estas aves en el paraje. Esta es una labor que realizan los miembros del equipo SCEA. A estos les corresponde combinar sus trabajo en la protección y seguimiento de la fauna y flora con la difusión e información a los visitantes.

Favorecer la corresponsabilidad ciudadana en la protección del paraje es también una labor del SCEA. Un ejemplo son las campañas de revegetación que se realizan anualmente en noviembre. Este, como valoran, se ha convertido en un evento ineludible en la agenda ambiental de Elche. Cada año son muchos los particulares, asociaciones, colegios y empresas que se acercan al paraje natural del Clot de Galvany para colaborar en las tareas de revegetación y disfrutar de un entorno privilegiado.

Los voluntarios

Desde el 2013 que comenzara esta campaña de revegetación han participado más de 3.500 personas. Estas han sido voluntarias en las actividades de revegetación organizadas por el Ajuntament d’Elx y la empresa mixta Aigües d’Elx. Gracias a esta iniciativa se ha conseguido plantar 5.300 coscojas, sabinas, romeros, palmitos, acebuches, lentiscos, lirios de mar, cambroneras o efedras. Sus responsables valoran que sean especies autóctonas mediterráneas que se aclimatan al particular ecosistema de la zona, seco y caluroso.

Las condiciones del Clot de Galvany para las revegetaciones son muy positivas. Según los informes del SCEA, el índice de supervivencia ronda el 50 %, un porcentaje muy elevado para revegetaciones en entornos mediterráneos. Alcanzar esos porcentajes de supervivencia tan positivos es gracias a los esfuerzos del personal de mantenimiento. Estos recolectan las semillas en el paraje con las que producen los plantones necesarios para las tareas de revegetación. Otro factor importante para ayudar a la supervivencia es el riego de socorro que se facilita, durante los dos primeros años, hasta que la planta enraíce y pueda sobrevivir por sí sola. Este otoño las labores de revegetación se han centrado en las zonas dunares de la playa del Carabassí.

Una cubierta vegetal

Este sistema es el que ha conseguido recuperar una cubierta vegetal con plantas autóctonas que favorece la biodiversidad del entorno. A estas labores también se le añaden las campañas conjuntas con la Brigada de Biodiversidad, dependiente de la Consellería de Medi Ambient. Con ella están trabajando en la introducción de ejemplares de especies en peligro de extinción: la planta Senecio Auricula y con 280 plantas de Limonium lobatum en las dunas de la playa del Carabassí, ambas especies muy escasas en la Comunidad Valenciana. A eso suman la introducción y la recuperación de nenúfar blanco europeo (Nymphaea alba) en una de las charcas artificiales del paraje, una especie catalogada como “en peligro de extinción” según el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazada.

Estos factores son los que convierten el paraje como el elegido para la introducción de especies en peligro de extinción. Entre ellas, el pez fartet o la suelta de crías de tortugas bobas en la playa de Carabassí. Este es un ejemplo del valor de atracción que tiene esta espacio por el que han pasado 64.534 personas desde el 2013 en algunas de las muchas actividades que se organizan durante todo el año. Además están las 255.700 personas que participaron en visitas ordinarias o fueron atendidas por nuestro personal por diversos motivos durante este periodo de tiempo.

El Ayuntamiento de Elche actualmente está trabajando con la Conselleria de Transició Ecológica para ampliar la zona de amortiguamiento del paraje. Y de ahí impedir desarrollos urbanísticos en sus inmediaciones, incluyendo el Fondet de la Senieta y algunas charcas que ahora no forman parte del espacio protegido. Esta ampliación supondrá doblar la zona de salvaguarda de las cuatrocientas hectáreas actuales a ochocientas.

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