Las vacaciones estivales suponen una buena oportunidad para desconectar de la tecnología y conectar con los demás y con el medioambiente. Es el momento de activar la conciencia y las relaciones personales, aunque en ocasiones lograrlo requiere hacer un «esfuerzo consciente». Jessica Ortega-Barón, investigadora del grupo de ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), lo ha asegurado así a Efe. Es imprescindible desconectar para volver al trabajo con fuerza y no tener «continua» sensación de cansancio.
«Cerrar asuntos en el trabajo es fundamental para poder desconectar en vacaciones y disfrutar de la familia, las aficiones y los momentos en soledad», ha agregado. Para ello, considera que no hay que llevarse a las vacaciones el ordenador o el teléfono de empresa. Además, ha desaconsejado hacer planes de ocio que incluyan el uso de tecnologías. En caso imprescindible, se debe fijar un horario acotado para evitar posibles tentaciones.
Los adolescentes, conocidos como nativos digitales, han «nacido» con la tecnología, por lo que desligarse de su uso les parece «extraño», ha precisado. Sin embargo, los adultos, aunque han vivido en determinados periodos de su vida sin usar la tecnología, ya la han incorporado a sus rutinas diarias. Incluso han llegado a «normalizar un uso abusivo». Ortega-Barón ha constatado que se suele minimizar el uso real que se hace de los aparatos tecnológicos. Sin embargo, se puede hacer el cálculo con la herramienta que mide el tiempo de funcionamiento diario del teléfono.
Una excusa medioambiental
Centrar tu atención en un hobby o en un objetivo sencillo puede ser perfecto para lograr la desconexión. Por ejemplo, fijarse un reto medioambiental estas vacaciones y lograr centrar en ello la atención. Eliminar el número de toallitas que se tiran por el inodoro, colaborar en la recogida de basura en las playas. Cualquier excusa es buena para ayudarte a ti mismo y colaborar en la sostenibilidad del entorno natural.
Eliminar notificaciones
Por otro lado, un consejo para evitar la tentación de mirar continuamente la pantalla del móvil es eliminar las notificaciones durante el verano. Según esta experta, comprobar que ha llegado un correo electrónico o un comentario en una red social «parece que obliga a consultarlo». Otra recomendación es silenciar los grupos de WhatsApp, lo que evita estar «todo el día pendiente» del teléfono, ha agregado.
Pero si realmente se quiere «desconectar», esta psicóloga cree que lo que mejor es restringir los datos móviles. Si pasa algo realmente urgente, se puede comunicar a través de una llamada telefónica. «Da igual quedar con amigos, porque si todos utilizan el móvil a la vez, no hay una comunicación cara a cara. Se pierde esa información no verbal, de ahí la importancia de desconectar digitalmente», ha reflexionado.
Disfrutar de las experiencias
El «postureo» en las redes sociales complica lograr esa desconexión digital. «Todo el mundo quiere presumir de la fantástica paella que se ha comido en esa playa maravillosa», comenta. «Estamos en una sociedad de puertas hacia afuera; mostramos nuestra vida a los demás y a veces las personas no disfrutan de sus experiencias», explica. «La gente se pasa el día pendientes de colgar fotos en sus redes y comprobar su aceptación», concluye Jessica Ortega-Barón.
