Las dos intensas jornadas del Congreso Nacional sobre Inundaciones terminan con una serie de conclusiones que han presentado desde el comité científico con el objetivo de mejorar la planificación. El director de este grupo, Joaquín Melgarejo, las ha repasado en el acto de clausura donde ha estado presente el alcalde de Orihuela Emilio Bascuñana.
Los más de un centenar de especialistas en esta clase de desastres naturales han coincidido en señalar una serie de ocho puntos que se resumen en planificar, invertir y concienciar. Con ello consideran que se conseguirían minimizar los efectos de las avenidas.
La necesidad de hacer un buen diagnóstico son la clave en la que las comunicaciones presentadas han hecho especial énfasis. El objetivo es ser capaces de tomar esas decisiones estratégicas y de acción en los momentos más relevantes. Un punto al que, por ejemplo, ha aludido el proyecto de Cuencas Fluviales Inteligentes.
A esta última idea alude también la prioridad de incorporar la tecnología a todos los procesos. Ya sea en cuestión de prevención, gestión y recuperación, así pretenden disponer de los datos oportunos en el momento de la toma de decisiones.
Si tomar las decisiones acertadas es fundamental, también lo es que se cuente con las infraestructuras adecuadas. Para los participantes una forma de conseguirlo es si se da la prioridad correspondiente a las inversiones públicas. Un año después de la DANA que asoló la capital y el resto de la comarca de la Vega Baja aún queda mucho por hacer.
Ese retraso en la aplicación de medidas ha hecho que en esta lista se señale como urgente la planificación de un mantenimiento constante. Para los expertos presentes se debe cuidar regularmente de las infraestructuras tradicionales para facilitar el drenaje.
Anticipar el riesgo
Y estas son una condición para facilitar la recuperación social y económica del espacio inundado. Entre esta lista de recomendaciones del comité científico, cuando se refieren a las infraestructuras de comunicación, consideran necesario que se tenga en cuenta el riesgo de inundaciones.
De los distintos canales de financiación, la agrupación de expertos recuerda que hay una sensibilidad particular en la Unión Europea con los efectos de las inundaciones. Por ello recomiendan aprovecharla para presentar proyectos que aporten liquidez a las iniciativas de las administraciones y a los particulares a restaurar el tejido socioeconómico.
A estos puntos han añadido la concienciación y la participación social como factores clave. Gracias a ellas calculan que se podrían minimizar los efectos de las grandes avenidas. La idea es facilitar la gestión de las inundaciones y coordinar tanto a las distintas administraciones como a la sociedad civil.
En esta línea se situaría la preocupación medioambiental. Los expertos que han participado en el Congreso Nacional de Inundaciones han reclamado que en el futuro inmediato habrá que diseñar e implementar medidas en consonancia con la naturaleza. Unas que, además, deben estar adaptadas al cambio climático: reforestación, parques inundables, corredores verdes… No es casual esta enumeración que realizan, para los expertos son espacios fundamentales para el discurrir del agua.