Hay que pensar localmente para funcionar globalmente y el momento ahora es decisivo. Las administraciones locales deben articular sus planes para el aprovechamiento de fondos europeos. Un dinero que les permitirá transformar su modelo productivo y de desarrollo para iniciar una nueva era sostenible. Esa es la finalidad de la Green Week que organiza la Comisión Europea. Y, en ese marco, el Ayuntamiento de la Alicante y la Fundación Finnova han organizado un webinar. Encuentro digital que ha versado sobre fondos y proyectos urbanos sostenibles. La Agenda 2030 y el Green Deal europeo, que debe concretarse ahora en proyectos de ámbito local.
Antonio Peral, concejal de Modernización, Nuevas Tecnologías y Coordinación de Proyectos en el Ayuntamiento de Alicante, asegura tenerlo claro. “Alicante 2030 es la apuesta más ambiciosa, revolucionaria y transformadora para la ciudad”, afirmaba en el seminario. Esa hoja de ruta se está trabajando a nivel municipal para convertirlo pronto en documento jurídico de obligado cumplimiento. Un trabajo de campo con los técnicos municipales y las entidades locales que deberá estar terminado en diciembre y en funcionamiento a partir de 2021.
“En los últimos nueve meses, hemos alineado a todas las concejalías y sectores económicos de la ciudad. Tenemos el primer borrador y está íntimamente ligada con el Green Deal. El objetivo es proteger Alicante y conservar su patrimonio ecológico potenciando todas sus posibilidades económicas para dejar un buen legado a los alicantinos del futuro”, sentenciaba. Con este documento, que incluye 190 indicadores y 80 metas, Alicante quiere convertiste en un laboratorio para Europa.
Dinero que no se gasta
“Queremos ser la California Europea. De hecho, por algo nos llaman Alifornia. Este proyecto es ambiciosísimo porque se quieren aprovechar todas estas ayudar con las que ser resiliente, sostenible y verde. Por aquí pasa el futuro de nuestros municipios. No queremos dejar pasar este tren”, insistía. El proyecto Edusi en Las Cigarreras en el plan 2014-2020 fue el punto de partida. La razón principal por la que sale todo este plan, que llega ahora hasta la Agenda 2030 y se integra en la Agenda Urbana de la ciudad. Proyecto que se quiere potenciar después con los fondos Edusi del programa 2021-2027.
En ese aprovechamiento de los fondos insistían diversos expertos. “Es prioritario usar los fondos 2014-2020 que no se han gastado”, afirmaba Valentina Corsetti, directora general de Política Regional y Urbana en la Comisión Europea. Y es que todavía queda dinero que no se ha solicitado. “Los retos para las comunidades locales son muy grandes. Hay que planificar y hacerlo con tiempo para poder tomar todas estas oportunidades”, explicaba.
Líderes en economía circular
«Excesiva burocracia, pero estamos haciendo esfuerzos para simplificarlo”, reconocía Susana Solís, eurodiputada en la Comisión de Desarrollo Regional. “Una de las prioridades es que Europa sea líder en economía circular”, afirmaba. Crear un nuevo proyecto cultural que lo englobe todo para conseguir ser un continente neutro en emisiones contaminantes de aquí al año 2050. “La crisis nos ha hecho daño y ha puesto retos sobre la mesa, pero nos ha dejado claro que hay que superarlos desde el desarrollo sostenible”, argumentaba. En definitiva, una oportunidad para que la industria transforme su modelo y se creen nuevos empleos verdes en nuevos sectores.
“Estamos en un momento único”, sentenciaba Esteban Pelayo director de la Asociación Europea Agencias Desarrollo Regional (EURADA). “Ha coincidido el cambio de programas, de siete en siete años, con unas medidas muy ambiciosas para compartir de una manera solidaria el espacio común”, explicaba. Para aprovecharlo, situó la clave de ese Green Deal en la gestión de fondos. “No se están ejecutando. Antes éramos los más eficaces de Europa y ahora nos ganan. Tenemos demasiadas trabas burocráticas. Hay que reflexionar como Estado sobre qué estamos haciendo y cómo podemos ser más ágiles”, afirmó.
Además, insistió en que en este proceso de toma de decisiones en el que deben participar todos los agentes sociales. “Que la gente acuda a sus asociaciones para que se impliquen en la priorización. La mayor parte de los fondos se lo llevarán quienes mejor preparados estén, con una idea clara sobre cómo hacerlo. Hay que movilizar a la población y a los agentes privados”, apeló. Con todo, puso el acento en las ventajas del sistema de gobernanza español. “Tenemos un modelo de descentralización y hay que aprovecharlo. Las autoridades locales tienen un papel relevante en ese Green Deal. Alicante, en particular”, describió.
El parque La Marjal, como ejemplo
Una infraestructura alicantina fue el claro ejemplo de por dónde han de encaminarse esos fondos europeos: el parque La Marjal. Infraestructura que se ha convertido en una solución sostenible para el desarrollo urbano de la ciudad. Así lo expuso Amelia Navarro, directora de Desarrollo Sostenible de Aguas de Alicante e Hidraqua. “Es una solución sostenible, concreta y local”, afirmó. Construcción que ha sido posible gracias a la colaboración público-privada.
“En una zona que ha ido sufriendo desarrollos urbanísticos su depresión originaba inundaciones. Ante estos problemas, el Ayuntamiento y Aguas de Alicante, con Hidraqua, plantearon esta solución”, explicó. Su función hidráulica porque ha sido efectivo para prevenir inundaciones. Por la parte social, se ha creado una zona verde que se puede aprovechar con conciertos, paseos, actividades deportivas, etcétera. Un nuevo pulmón verde para la ciudad en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, hay un efecto colateral que es el aumento de la biodiversidad. “Tenemos un convenio con ornitólogos que han observado más de cien especies distintas de aves”, explicó. Especies protegidas que encuentran allí su nuevo hogar. Pero también permite desarrollar programas de investigación y prevención de plagas con peces larvívoros o murciélagos. “Es una solución de resiliencia contra el cambio climático”, sentenció.