La famosa píldora contra la disfunción eréctil, la Viagra, podría ser un tratamiento efectivo contra la enfermedad de Alzheimer. Según las pruebas realizadas en células en el laboratorio, el sildenafilo ataca algunas de las proteínas que se acumulan durante el desarrollo del mal y que causan sus síntomas.
El estudio que ha llegado a esta conclusión sorprendente ha sido publicado en la revista Nature Aging. En este artículo los investigadores norteamericanos responsables del trabajo también afirman que va la pena seguir estudiando en este sentido. Junto con las pruebas en cultivos de laboratorio, el equipo también afirma que el análisis de una base de datos de siete millones de pacientes también apunta a que quienes toman Viagra tienen menos riesgo de desarrollar alzhéimer.
El origen de la Viagra
La gran ventaja de este tipo de descubrimientos parte precisamente de lo que representa dar un nuevo uso a un medicamento que ya existe. Como este ha sido probado y autorizado, es mucho más rápido y barato que crear uno nuevo y someterlo a todo el proceso necesario para poder comercializarlo. De hecho, la propia Viagra se creó como un fármaco para tratar problemas cardiovasculares. El objetivo era ensanchar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación de la sangre. De ahí, los investigadores se dieron cuenta de que funcionaba igual en cualquier otra parte del cuerpo. Por eso, finalmente, alcanzó la popularidad mundial al venderse como remedio tratar los problemas de erección.
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Desde entonces, se han encontrado otros posibles usos para la Viagra, también conocida como sildenafilo. De hecho, ya se utiliza para tratar la hipertensión pulmonar y se está investigando si puede ayudar en casos de demencia vascular. En esta enfermedad, la falta de irrigación en el cerebro causa daños progresivos y, de hecho, se considera la segunda forma de demencia más habitual después, precisamente, del alzhéimer.
En el caso de esta enfermedad, la causa es la acumulación anormal de proteínas en algunas zonas del cerebro, y es ahí donde la Viagra podría ayudar. Según el estudio, dosis altas de este medicamento incrementan el crecimiento de las neuronas y reducen la acumulación de proteínas. Esto, al menos, en cultivos de laboratorio de tejidos humanos. Por otra parte, como hemos visto, los datos de más de 7.200.000 personas también relacionan tomar a Viagra con una reducción del riesgo de Alzheimer. Así pues, todo apunta a que habrá que investigar más, porque se ha abierto una opción prometedora para tratar una de las enfermedades de nuestro tiempo. Aleix Salvans. Món Planeta